Ayer 23 de abril fue en todo el mundo el Día Internacional del Libro (que muchos catalanes creen que el resto del mundo les ha copiado la idea) y en Cataluña además era Sant Jordi, fiesta tradicional de intercambio de una rosa y un libro entre las parejas.
Por Sant Jordi, mas de medio millón de personas inundan la Rambla, repleta de cabo a rabo de stands de librerías donde los autores más famosos firman sus libros. Suele ser un día de intenso calor, sol de justicia y grandes apreturas. Por todo el centro de la ciudad se hace imposible o incómodo caminar...oleadas de personas pululan buscando ese libro que no fueron capaces de encontrar, o una rosa bien bonita.
Pocos, sin embargo, conocen que hay otro Sant Jordi 'alternativo' a muy pocos metros, en la Rambla del Raval. Allí no hay escritores famosos, ni grandes librerías con sus stands. En la Rambla del Raval está el pueblo llano y la inmigración compartiendo un día de integración.
El principal espacio público del barrio se llena de carpas o mesas de asociaciones culturales de diferentes países, ONG's de las que trabajan con los necesitados de aquí, y centros culturales alternativos. Incluso hay algunos puestos de intercambio de libros...te llevas uno y dejas otro.
Hay además actividades en varios idiomas, incluidos urdu, árabe, bangli y otros muchos. Se venden rosas como en la otra Rambla y también libros, aunque temáticos.
De vez en cuando una charanga pasa animando el día, o se oye música en un escenario..y todo esto mientras un grupo de niños de diferentes etnias escuchan a un cuentacuentos catalán o hacen manualidades.
Sin duda una forma muy diferente y mucho más creativa de entender Sant Jordi que la comercialada del best-seller y la rosa.
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