Es el proceso participativo que ha tenido mayor respaldo hasta ahora en la ciudad.
La Diagonal es la avenida más larga y ancha de Cataluña, y soporta diariamente un tráfico y una polución visible desde escasa distancia. A pesar de que mucha gente usa sus aceras para hacer footing o pasear en bici, se ha convertido en un lugar poco recomendable para oxigenar pulmones.
La reforma que se quiere efectuar afecta sólo al tramo central de la vía, de un par de kilómetros, pero en un futuro lejano se haría extensible al resto.
Una vez leídas todas las opiniones y realizadas las estadísticas sobre sus contenidos, se dan a conocer los siguientes datos, que dan una idea de la visión ecológica y anti-tráfico que los participantes quieren para la futura reforma:
- el 80% pide mas frecuencia de autobuses
- el 75% pide que se conecten en ella las dos redes de tranvías (TramBaix y TramBesòs)
- el 70% pide más espacio para los ciclistas (ya existen dos carriles bici pero muy invadidos por peatones y paradas de bus)
- el 58% acepta perder espacio para el coche en favor del peatón
- las aceras son el aspecto en el que más ha costado poner de acuerdo a los participantes: ninguna apuesta gana por goleada, el 37% las mantendría tal cual (dos aceras centrales y dos laterales) y el 32% apuesta por un gran espacio central al estilo de las Ramblas.
La gran duda es qué se hará con los árboles existentes, más de 1.000, entre los que se encuentran 752 plataneros y 137 encinas. Ya hay un manifiesto vecinal en contra de su tala.
Antes del 31 de diciembre el ayuntamiento dará a conocer dos propuestas definitivas sobre la reforma de la vía (el proceso participativo solo ha servido para retocarlos o pulirlos, ya deben estar hechos de antemano), y el referéndum para elegir una de las dos se celebrará después de Semana Santa.
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