Resultado: se crea una corriente contraria, al final gana esa opción y el cóctel molotov le estalla al alcalde en las manos.
Eso es lo que le ha pasado a Hereu.
Su empeño porque la Diagonal fuese reformada, y la forma deliberada de esconder la tercera opción, ha hecho que la ciudadanía sea inteligente, vea el gato encerrado y se haya decantado por la opción C con un aplastante 79,84% de los votos.
Sí señor, ¡ole los barceloneses!.
Yo voté la C y me encanta que haya salido la C. Y mira que me gustaría ver el tranvía por toda la Diagonal, pero el hecho de ocultarme la opción de no reformarla me empujó a rebelarme.
Hoy su fracaso estrepitoso es portada de los medios. Y como en estos casos deben rodar cabezas, el propio Hereu no lo ha dudado y....¡ha cesado a su primer teniente de alcalde!! jajajaja pobre cabeza de turco....víctima de un alcalde monigote.
Hereu es el que debería rendir cuentas y explicar por qué ha creado un proceso tan turbio, con votos duplicados, intereses, problemas informáticos...
El alcalde salía ayer domingo a dar la cara antes los medios, visiblemente enfadado porque los ciudadanos hayan tumbado su proyecto estrella para perpetuarse en el poder.
No sólo eso. El referéndum tuvo un escaso eco en la opinión pública (sólo votó el 12,17% del electorado) pese a la millonada gastada en publicitarlo y organizarlo (3 millones de euros), un despilfarro inútil en época de crisis.
En estos momentos, con declaraciones como las de Xavier Trias (CIU), que ha dicho que ''el responsable de todo este despropósito sigue sentado en la silla'', son muchos los que piensan que Hereu debería dimitir. De hecho, en una encuesta online que se puede ver y votar en estos momentos en lavanguardia.es, a la pregunta de si el fiasco de la votación es motivo para pedir que Hereu dimita, el 91% ha votado que si.
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