El pasado lunes por la mañana intenté votar por internet y al pinchar en la opción 'C' el sistema se colapsaba y no dejaba votar. Desconozco si sólo ocurría al votar esa opción (la que resulta incómoda a los intereses de Hereu), y no quiero pensar mal.
Esa misma mañana cientos de ciudadanos se quejaron de lo mismo en distintos foros de internet, y la noticia apareció reflejada ayer martes.
Por la tarde, el mismo lunes, fui a votar a un lugar habilitado en mi barrio, el Raval.
Me sorprendió que incluso allí el voto fuera electrónico, y no hubiera urnas y papeletas, porque me parece mucho más fácil de eliminar o manipular.
Cuando me senté ante el ordenador con las supuestas 3 opciones (A,B,C), pude comprobar que la pantalla se dividía entre las dos opciones que quiere el ayuntamiento, bien grandes e identificadas con las letras A y B, y luego abajo, como desterrada de la vista, estaba la opción 'dejar la Diagonal como está', escrito de forma negativa Y SIN LA LETRA 'C' QUE LA IDENTIFICASE COMO OPCIÓN VOTABLE.
Me enfadé y les dije a las personas de la 'mesa electoral' que la opción C estaba deliberadamente apartada y oculta.
Aun así la voté, pero me fuí muy escamado con que el voto fuera electrónico y con el destierro tan evidente de la opción que no interesa ni al ayuntamiento ni a sus empresas asociadas.
Y a pesar de ese oscuro interés, la opción C está ganando de forma aplastante, o al menos eso dice una encuesta realizada el lunes a 100 personas a pie de urna. En la muestra, encargada por El Periódico, el 79% de los votantes habían elegido la opción C. Toda una bofetada para las intenciones de Hereu.
Habrá que ver si los resultados del 'recuento de votos electrónico' se ajustan después a lo que la ciudadanía está dejando claro, y si se respeta la decisión ciudadana. Atención porque el tongo puede generar un escándalo considerable.
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