
Un año más, como cada 11 de mayo, la feria de Sant Ponç ocupa la calle Hospital, en el Raval.
Por un día, los coches dejan de transitarla y son los peatones los reyes de la misma.
Siguiendo la tradición medieval, cuando esta calle se llenaba de puestos para vender remedios naturales a los enfermos del hospital, cada 11 de mayo se instalan docenas de tenderetes con miel, infusiones, plantas medicinales y otros productos artesanos.
Es tal la fama de este mercadillo que la calle se hace intransitable, no cabe un alfiler.
Yo me acercaré (mi calle hace esquina) a comprar miel de romero, pero podemos encontrar hasta yogures artesanos, regaliz natural y frutas confitadas.
Pido especial precaución para evitar robos, ya que la densidad de gente es enorme.
La feria también se celebra hoy en la calle Blai (Poble Sec) y en la plaza de Sant Vicenç (Sarrià), esta última con unos cuantos años de tradición.
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